En primer lugar, es necesario definir los bolsos: se utilizan para llevar consigo varios artículos personales a diario. En el caso de las mujeres, por ejemplo, son para llevar maquillaje, dinero, llaves, cartera y celular.

El monedero, por ejemplo, es una pequeña bolsa para llevar monedas. Su origen se remonta al año 3300 aC y desde entonces se sigue utilizando en la actualidad. En cuanto a la bolsa, no es posible indicar una fecha concreta sobre su origen; Sin embargo, existen registros de gran antigüedad, ya que en las pirámides egipcias existen dibujos donde se puede ver a personas cargando pequeñas bolsas atadas con cuerdas a la cintura.

En aquella época se usaba para llevar comida, pero atada a una rama o palo. En definitiva, los bolsos nacieron de la necesidad de llevar objetos imprescindibles de siglos pasados, como monedas, abanicos, reliquias, libros de oraciones, piedras preciosas y muchas cosas más.

¡Existe un mito de la antigüedad que decía que los bolsos de las mujeres escondían secretos! En algunas tribus africanas se creía que el bolso de la hechicera portaba poderes sobrenaturales que le permitían contactar con fuerzas superiores. Por eso ningún hombre se atrevía a abrir el bolso de una mujer. ¡Ellos estaban asustados!